Publicado el: 02/07/2025
Buenos Aires. El Senado de la Nación fue escenario de una audiencia histórica. Con el Salón Arturo Illia colmado de legisladores, autoridades académicas, gremios y estudiantes, la Comisión de Educación y Cultura —presidida por el senador Eduardo “Wado” de Pedro— recibió al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y a rectores de todo el país para debatir el urgente problema del financiamiento universitario. En el centro del debate, la presentación de un proyecto de ley elaborado por las propias universidades que busca garantizar recursos adecuados y previsibles.
Pero más allá del marco institucional, lo que resonó con fuerza fueron los testimonios. El relato de las dificultades cotidianas, de la deserción estudiantil, del pluriempleo docente, de obras paralizadas, de salarios por debajo de la línea de pobreza. Y entre esas voces, se destacó con firmeza y claridad la de Sergio Katogui, vicerrector de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).
“Si esta situación se mantiene, vamos a sumar una nueva asimetría en nuestra provincia: la educativa”, afirmó Katogui en un pasaje central de su discurso, refiriéndose al impacto que los recortes presupuestarios generan en una provincia donde gran parte de la frontera limita con Paraguay y Brasil. “Del lado brasilero hay universidades federales; del lado paraguayo, universidades estatales; del lado argentino, hoy hay ausencia del Estado en la zona de frontera”, denunció.
El vicerrector de la UNaM advirtió que el recorte presupuestario afecta el derecho a la educación de miles de jóvenes misioneros. “Somos dos universidades nacionales en una provincia con alta proporción de población joven. La expectativa es crecer, abrir más carreras, llegar al territorio. Pero hoy estamos retrocediendo”, explicó.
También desmintió los argumentos que critican la gratuidad para estudiantes extranjeros: “No llegan ni al 1,5% en Misiones. Antes eran más, pero dejaron de venir porque los países vecinos expandieron sus propias universidades. ¿Y nosotros qué hicimos? Nada. No podemos permitir que eso se convierta en una ventaja para otros y una pérdida para nosotros”.
El presidente del CIN, Óscar Alpa, remarcó que la situación es insostenible: “En los últimos 10 meses, el 5% de los docentes renunciaron. Se perdió un tercio del poder adquisitivo real y no hay forma de sostener la calidad educativa con este nivel de desfinanciamiento. El Congreso debe actuar antes de que colapse el sistema”.
Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, agregó: “No estamos pidiendo privilegios. Estamos defendiendo el derecho de millones a acceder a una educación pública, gratuita y de calidad. El desprestigio al que se somete al sistema universitario es parte de una estrategia para justificar su desfinanciamiento”.
Rubén Soro, rector de la Universidad Tecnológica Nacional, fue más allá: “Esta no es solo una emergencia presupuestaria, es una batalla cultural. Están atacando el modelo de universidad pública que permitió movilidad social y desarrollo durante décadas. Tenemos que defenderlo con firmeza”.
Diego Aguiar (vicerrector de la Universidad Nacional de Río Negro), Alejandra Cini (UNQ) y Sebastián Puig (UTN Santa Cruz) completaron un cuadro federal de la crisis. Coincidieron en que los efectos se sienten con mayor crudeza en las regiones periféricas, donde las universidades no solo educan, sino que sostienen el entramado social y productivo.
La respuesta de los senadores presentes fue de amplio respaldo. Legisladores como Daniel Bensusán (La Pampa) y Bartolomé Abdala (San Luis) expresaron su compromiso para avanzar en el tratamiento del proyecto de ley, y se mostraron dispuestos incluso a insistir con su aprobación en caso de que sea vetado por el Poder Ejecutivo.
El proyecto de ley de financiamiento universitario, presentado por el CIN y respaldado por todas las federaciones docentes, no docentes y estudiantiles, propone una actualización sistemática del presupuesto universitario, una mejora salarial progresiva y el restablecimiento de las partidas para ciencia, infraestructura y becas.
“Esto no es un privilegio, es una necesidad. Sin universidades activas no hay educación, no hay ciencia, no hay desarrollo, no hay país”, resumió Katogui al cierre de su intervención, en lo que fue uno de los momentos más aplaudidos de la jornada.